Extremadura amenazada por los Mega-Proyectos: Extractivismo, Industrialización, Movilidad Eléctrica y Comunicación Territorial.

El incremento del uso y la demanda de recursos minerales para fabricar aparatos electrónicos sitúa en el punto de mira la extracción de estos de su entorno natural. Entre las más de 200 solicitudes de concesiones mineras en toda Extremadura se encuentra un proyecto que pretende convertir a España en una de las principales focos de extracción de litio. Actualmente, el mercado de producción de litio extraído de mineral lo explotan, principalmente, China y Australia.

Diversos estudios defienden que la demanda de litio aumentará más de un 90% hasta 2030. El litio se ha convertido en un mineral estratégico por su utilización en los vehículos eléctricos y por las pretensiones de sustituir al petróleo en esta “revolución industrial” (o al menos así lo venden).

La preocupación de la industria automovilística por la limitación de recursos minerales disponibles, sobre todo de los necesarios para la creación de baterías, la ausencia de estos recursos mineros en otros países, y las aspiraciones que sitúan a Europa como segundo mayor consumidor de litio y productos derivados (por debajo de China), son las motivaciones que potencian el interés extractivista, para asegurar el aprovisionamiento de este. Hasta ahora, Europa no cuenta con ninguna planta de extracción y procesado en su territorio, aunque ya tiene múltiples proyectos de fabricación de derivados del litio repartidos por distintos países. La UE quiere optar por desarrollar su propia capacidad de minería y refinación, para no depender de los suministros extranjeros y animan al Banco Europeo de Inversiones (BEI) a participar en la financiación de más proyectos mineros, con la intención de tener toda la cadena de producción para la movilidad eléctrica, desde la extracción del mineral hasta la fabricación de las baterías.

Las empresas de automóviles y su producción de coches eléctricos son algunos de los actores y motivos interesados en que Extremadura vuelva a esta actividad extractivista. En la provincia de Cáceres se están tramitando los permisos para la explotación de dos yacimientos de los mayores detectados en Europa.

 

Proyecto Industrial: La mina de San José Valdeflórez.

En Cáceres tenemos la que podría ser la segunda mina de litio más grande de Europa, detrás del yacimiento localizado en el norte de Portugal. El proyecto de minería de litio de Extremadura cuenta con el respaldo de la UE y entorno a este yacimiento se ha creado un proyecto industrial. Para todo ello se están construyendo infraestructuras como columna vertebral para el desarrollo industrial y el expolio sistemático de los recursos de nuestro territorio regional. Anexo a este yacimiento también pretenden crear una planta de tratamiento de litio.

Dicen que “El mineral se extraerá mediante un proceso industrial muy avanzado y sin riesgo para el medio ambiente”.

Diversas organizaciones sociales y grupos ecologistas son detractores de este megaproyecto, y de los enormes riesgos ambientales de esta mina a cielo abierto en las proximidades de la ciudad de Cáceres. Manifestando que:

•La ejecución del proyecto minero hará desaparecer todo el valle Valhondo con las continuadas produciendo vibraciones constantes que afectarán a todas las construcciones del entorno, así como emisión y dispersión de polvos, aparte de ruidos y tráfico de vehículos pesados.

•Grandes cantidades de explosivos se transportarán regularmente a la zona donde serán almacenados en polvorines, acogiendo materiales muy peligrosos próximos a la población.

•Para la obtención del litio deberán crear una planta de tratamiento e instalar complejos para la lixiviación con ácidos y la calcinación con sales de sulfato necesarios para tratar millones de toneladas del litio.

•Para el proceso de lixiviación se requiere gastar millones de metros cúbicos de agua para la disolución del mineral, y su reacción con ácidos.

• Nos encontraríamos además con el peligro de desastre ambiental ante la posibilidad de rotura o filtración de las piscinas o depósitos de decantación (en los que se almacenarán lodos y aguas altamente contaminadas) como ocurrió en 1998 en el yacimiento de Aznalcollar (Huelva).

•También habría que contar con la emisión de importantes cantidades de gases de combustión generados por la cocción en hornos a altas temperaturas, que se usan para calcinar el mineral antes de la obtención del producto final, el carbonato de litio.

•La extracción a cielo abierto en las inmediaciones de Cáceres constituye un proyecto catastrófico para el medio ambiente.

Los promotores que participan de esta iniciativa de expolio premeditado son la compañía Tecnología Extremeña del Litio (TEL), Valoriza Minería (filial de Sacyr) y la empresa australiana Infinity Lithium y su filial en la península, Lithium Iberia.

Para la realización del proyecto de San José de Valdeflórez prevéen gastar 280 millones de euros de inversión en la fase inicial. El proyecto tiene una duración de 30 años, de ellos 19 serán de explotación, 11 de procesado. Posteriormente vendrían otros 30 años para revertir los daños paisajísticos valorando la rehabilitación de la zona en diferentes opciones. La rehabilitación se completaría cuando concluyera la actividad industrial y se proceda a desmontar la planta de procesado. Hay toda una oferta publicitaria en torno a la rehabilitación del entorno, donde no podrían faltar opciones para todos los gustos, aunque todavía estas expectativas están muy lejos de la realidad. Hay voces que apuntan que no conviene hacerse ilusiones si finalmente esto tiene lugar y del estrecho Valle de Valhondo solo queda un inmerso cráter. Ante la inseguridad de futuro y del cumplimiento de compromiso de reconvertir toda la riqueza en un elemento de naturaleza, ocio o cultura para la ciudad ¡No necesitamos un parque temático!

El desarrollo de la megaminería en nuestro territorio puede significar la muerte de una economía rural y de los recursos naturales, tal y como la conocemos actualmente en Extremadura. Es la batalla entre el desarrollismo industrial y el medio ambiente.

 

Proyecto Industrial: La mina de Las Navas.

En Cañaveral, a medio camino entre Cáceres y Plasencia, también se está estudiando la posibilidad de explotación de otro yacimiento, la mina de Las Navas. Al igual que en el de Cáceres éste proyecto está promovido por la empresa Lithium Iberia.

El proyecto prevé contar con una planta de tratamiento adyacente a las instalaciones mineras para procesar el mineral en hidróxido de litio, un componente esencial en las baterías empleadas en los vehículos eléctricos, smartphones y ordenadores portátiles.

El municipio de Cañaveral forma parte de la zona de influencia periférica del parque de Monfragüe. Esta mina de litio afectará al abastecimiento de agua de las población situada en un radio de varias decenas de kilómetros, esta actividad consumirá enormes cantidades de agua que obtendrá de los Acuíferos Subterráneos, y contaminará otra tanta.

 

Fábrica de Baterías de Litio

Phi4tech, la empresa que investiga y desarrolla productor relacionados con el grafeno, tiene intención de construir una planta de baterías de litio para automoción y parques eólicos en la Nueva Plataforma Logística del Suroeste Europeo. Sería la primera fábrica de batería de coches eléctricos del sur de Europa. Elegir esta ubicación para la fábrica es claramente una cuestión estratégica por su próximidad a Portugal, teniendo la posibilidad de salida de mercancía hacia Lisboa, Tanger o Madrid.

Esta industria estaría estrechamente vinculada al yacimiento de litio de Cañaveral, explotado por Litihum Iberia, de donde se pretende traer la materia para la fabricación de baterías.

 

Geopolítica: Localización y Estrategia.

La decisión de la ubicación a menudo depende del tipo de negocio: En las decisiones de ubicación industrial, la estrategia usual es minimizar los costos. Los recursos energéticos son los recursos estratégicos por excelencia, siendo el petróleo, el carbón, el gas y el uranio algunos de los más relevantes. Por tanto, son estos recursos los que reciben mayor atención en el desarrollo de geoestrategias y en los juegos de poder.

A través de la geopolítica de los recursos naturales, las élites gobernantes pueden conocer las ventajas de los recursos que proporciona la naturaleza en los países que controlan respecto al resto del mundo y planear anticipadamente una estrategia de control de éstos.

La disputa global por los recursos naturales es uno de los elementos más importantes de la dinámica del capitalismo contemporáneo y de su lógica de acumulación. Finalmente, un recurso sólo puede entenderse como “estratégico” según la percepción que se tenga de su situación actual frente a su proyección a futuro. Las reservas hídricas y los recursos terrestres son unos de los objetivos más importantes a controlar, explotar y administrar por parte de los poderes políticos y económicos, con el fin de asegurar las reservas de recursos para futuros intereses geopoliticas y para su propia industrialización. El agua, por ejemplo, que requieren en cantidades desproporcionadas para las macro industrias, deja de ser un elemento natural y se convierte en un elemento esencial, único e insustituible para sus proyectos como lo es el de la minería.

La localización de la industria del litio en Extremadura gira entorno al extractivismo y se sitúa a medio recorrido entre las dos capitales de la península, Lisboa y Madrid. Alrededor de este entramado se está construyendo toda una red de transportes con la intención de facilitar la salida de estos recursos fuera de la región, así como el transporte internacional de mercancías. El carácter es clave en vista de la proyección de futuro del aumento de la tecnología y la demanda de recursos minerales inherente al uso de las nuevas tecnologías.

¿Qué tienen que ver el litio con las nuevas infraestructuras territoriales? A simple vista no mucho, ya que algunos de estos negocios estaban proyectados públicamente anteriormente a que la situación extractivista en Extremadura incrementara a los niveles de hoy en día. Pues son más de 230 las peticiones de proyectos mineros en nuestra CC.AA. en el año 2019.

Los puntos que tienen en común todas estas infraestructuras son la conexión de manera más eficiente de las comunicaciones, el transporte y los recursos que estas operaciones internacionales requieran.

Uno de los motivos por los que Extremadura le llama la atención a diversos inversores buitres es por su extensión territorial y su reducida densidad de población. Lo cual hace que nuestro territorio se vea amenazado por multinacionales e industrias extranjeras, entre otras cosas por la escasez de una respuesta social hacia los conflictos y las diferencias de planteamientos de defensa de la tierra y alternativas a los mega-proyectos, así como la no existencia de una red común de colectivos y movimientos sociales frente a la amenaza extractivista en el territorio extremeño.

 

El papel de Extremadura en la Red Básica de Transportes.

El corredor Madrid-Lisboa por Extremadura y el corredor transnacional Lisboa-Estrasburgo, que pasará por Extremadura y utilizará la plataforma que se está construyendo para el AVE.

La red básica de transportes tiene dos ejes transeuropeos en España: el Eje Mediterráneo, formado por los corredores Mediterráneo y Central; y el Eje Atlántico, que incluye los corredores Atlántico, Cantábrico-Mediterráneo y el Atlántico-Mediterráneo. El interés del Ministerio de Fomento sobre el Eje Atlántico destino Lisboa-Madrid-Valencia ha hecho modificar el trayecto inicial con el fin de que las mercancías pasasen por Extremadura antes de exportarse a Francia.

 

El «Corredor Extremeño», el corredor Atlántico-Mediterráneo, conecta Lisboa y el puerto de Sines en Portugal con Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha y Valencia. Desde Valencia se enlazaría con los ejes que discurren por Zaragoza o Valladolid antes de conectar con Francia.

El objetivo marcado, independientemente de los matices, es la centralización de las conexiones y red de transporte para conseguir una «la eficiencia económica» para los intereses transnacionales.

 

La alta velocidad y la industria satélite

El extenso debate sobre un tren digno queda sofocado por los intereses geopolíticos. Las grandes industrias tienen grandes intereses en la construcción de este tipo de infraestructuras. Y, pese a las diversas manifestaciones por parte de la población en contra de la alta velocidad y por la apuesta de un tren más accesible, nada por la vía institucional va a condicionar los planes que tienen trazados desde las altas esferas.

El corredor central se ha construido con doble vía y será de tráfico mixto (viajeros y mercancías). La plataforma que se está construyendo para el AVE es considerada una línea “prioritaria” por la UE, su construcción ha sido adjudicada a la empresa Ferrovial Construcción, la cual realizaría las conexiones entre la línea de alta velocidad y la vía convencional en el trayecto Badajoz-Aljucén de la Línea de Alta Velocidad (LAV) Madrid-Extremadura.

La conexión de la terminal ferroviaria a la Red Ferroviaria de Interés General y a la red portuguesa permitiría el transporte de mercancías a través del corredor del suroeste europeo (corredor Atlántico), lo que supondría un aumento de las opciones logísticas para el tráfico de mercancías a nivel internacional. Para el desarrollo y la construcción de la vía de Alta Velocidad se ha apostado por la creación de diversas industrias “satélites” que no tendrían sentido si no fuera por la estrecha relación que tienen con estas constructoras y los beneficios económicos de procedencia pública.

La implantación de la Alta Velocidad significaría perder los trenes de líneas de menor velocidad que ahora realizan ese trayecto, en lugar de optar por reformar o mejorarlos y el resultado es la reducción de líneas locales que conectan comunidades rurales entre sí (y permiten a las trabajadoras viajar de su casa al trabajo cada día). En lugar de eso se favorecen líneas para servir las demandas de viajes de negocios, de mercancías y los intereses del sector privado.

 

Autovía Badajoz-Cáceres

El proyecto de la Autovía Badajoz-Cáceres analiza la construcción de la autovía extremeña: Trujillo – Cáceres – Badajoz (A-58). Esta posible infraestructura viene muy bien para los proyectos económicos (privados) de los empresarios españoles con otros países, para un aumento de transporte pesado terrestre entre provincias y para la reducción de costes y tiempo en el transporte de mercancías para el mercado europeo.

Los grupos ecologistas advierten del elevado daño ambiental del proyecto al atravesar estos transportes varios espacios naturales “protegidos”, por lo que califican el proyecto como «inadmisible», ya que por ejemplo afectaría «gravemente» a la Sierra de San Pedro, un espacio natural que cuenta con animales es peligro de extinción, siete espacios de la Red Natura 2000, dos de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura (Renpex), cinco Áreas importantes para las Aves (IBA) y 37 especies protegidas (en peligro de extinción). En su lugar, los colectivos ecologistas proponen invertir el dinero en mejorar las actuales comunicaciones de la Red Ex-100.

 

Plataforma Logística Internacional

La Plataforma Logística Del Suroeste Europeo, o «Puerto Seco» de Extremadura estará “conectada” por vía férrea y vía terrestre con varias terminales marítimas con la intención de que la base de Badajoz sirviera de centro de distribución de mercancías del suroeste ibérico, que contaría con acceso directo a la A-5, FF.CC. Madrid – Lisboa y una Terminal ferroviaria.

Es el lugar escogido para la instalación de la fábrica de baterías de litio que usaría los materiales procedentes de los yacimientos mineros cacereños debido, como ya se ha dicho, a los nuevos proyectos de redes de transportes de mercancías estratégicas para los intereses económicos del mercado. La fluidez de mercancías y la reducción de costos de producción y transporte de las materias primas y sus derivados.

   

Para la alta velocidad también se crearían una zona de cargas que serviría de almacén de mercancías, junto a los nuevos viales de acceso a la terminal, una báscula de pesaje y un aparcamiento para vehículos pesados.

Entorno a este y otros proyectos industriales se crearían nuevas infraestructuras de acceso y transportes terrestres tal como la autovía Cáceres-Badajoz, se crearían circunvalaciones (rotondas) en las localidades para dirigir el transporte a distintas direcciones.

 

Movilidad, Coches Eléctricos y Nuevas Tecnologías VS Destrucción del Territorio.

El incremento del uso de las “nuevas tecnologías” está haciendo que todas las potencias mundiales busquen y se aseguren recursos minerales para poder abastecer sus industrias. Este es uno de los principales motivos por el cual nuestro territorio se ve amenazado por tantos proyectos extractivistas, así como por el conglomerado industrial y comercial que giran en torno a éstos. Unos de los intereses es sobre el desarrollo del coche eléctrico y la movilidad en España y en Europa, que pasa por el litio de las minas de Cáceres y de otros recursos mineros de Extremadura.

La entrada de Cáceres en la Red Española de “Ciudades Inteligentes”, junto a otras iniciativas de dinamización tecnológica como el Proyectos Smart City de Extremadura, depende directamente de las posibilidades de movilidad territorial y del agotar masivamente energía y recursos naturales. Lo que tendría consecuencias como la contaminación de la tierra y los residuos tecnológicos poniendo en riesgo las reservas hídricas y la fertilidad del suelo extremeño.

La mayor movilidad territorial facilitaría el incremento del turismo masificado con las consecuencias negativas que esto conlleva para las economías locales y de subsistencia (monopolios de ocio, etc). “Acercarán” los sitios lejanos y “alejarán” los cercanos, dificultando cada vez más la interdependencia que tenemos con nuestro entorno.

Las “smart city” hacen posible un control tecnológico/digital que se apodera de todos los ámbitos de la vida cotidiana y de la movilidad dentro del actual sistema tecnoindustrial y supone una pieza más de la dominación y de la opresión. Sin contar con las consecuencias para el territorio que tiene el abastecer la demanda de recursos y materias primas que la implementación de este sistema demanda.

Nos enfrentamos al reto de la energía renovable en un momento en el que paradójicamente el gasto de energía también ha crecido. La exagerada implementación de grandes infraestructuras al servicio de las renovables (monopolizadas por las empresas eléctricas) como los grandes “huertos” solares, campos eólicos y generadores hidráulicos, también tiene duras consecuencias para nuestro territorio a un nivel más local.

También nos enfrentamos a la era del consumo tecnológico-digital que, a mayor consumo de recursos tecnológicos, mayor demanda de materias primas de origen extractivista supone. Y debemos de elegir entre entre la vida y la salud, o las “nuevas tecnologías”.

 

Llamamiento a la Defensa del Territorio

A los grupos de resistencia a los mega-proyectos y a los movimientos de defensa del territorio se les suele subestimar e infravalorar con la falacia de que carecen de información y respaldo científico y se juzga su oposición como “mentalidad cerrada” por actuar críticamente contra “el progreso” y el desarrollo insostenible.

Estamos hablando de la conspiración de todo un entramado empresarial a escala global; de la mercantilización del espacio y su incesante destrucción del territorio. Un grave peligro que amenaza a nuestra salud y al medio ambiente.

El cuestionamiento de esta lógica supone un gran conflicto de intereses en la sociedad extremeña. Los proyectos megaindustriales impuestos por los intereses de los de arriba (élites financieras y políticas globales) con el fin de crear una red de transporte europeo unificado y un mercado centralizado ejerciendo su poder en el ámbito de la planificación de la economía.

Para defender los intereses de la población extremeña de manera general habría que apostar por «la búsqueda de una coalición entre generaciones y “transpartisana”, dada su composición de estudiantes y pensionistas, personas urbanas y rurales y miembros de plataformas, colectivos y grupos ecologistas, anarquistas, luditas, libertarios y decrecentistas» en un contexto más democrático, autónomo y descentralizado política y administrativamente; y fuera de los partidos políticos; respaldados por la acción directa como herramienta de resistencia popular.

Una de las grandes dificultades ante las crisis financieras y recortes presupuestarios desde los movimientos es lidiar con argumentos capciosos como el de la “creación de empleo” e “impulso del crecimiento económico” que acompañan el discurso de los proyectos de grandes infraestructuras. Se trata de cuestionar en la idea capitalista del “más lejos y más rápido” que impregna el relato de las grandes obras de transporte. O evidenciar que el concepto de sostenibilidad no encaja con estas grandes infraestructuras, por las pérdidas, los costes y el endeudamiento ecológico, social y económico que estos mega-proyectos suponen para la sociedad. Por este motivo, los colectivos de defensa o resistencia chocan frontalmente con el sistema dominante.

Se debería exigir por el referendum para que la población decida y empezar por movilización popular en todas los municipios extremeños para decidir sobre el proyecto en conflicto para anteponer la defensa de la tierra y las personas al gran coste ambiental que estos proyectos suponen debido a la fragmentación del territorio, la merma en biodiversidad, la ocupación de gran cantidad de suelo fértil, el incremento de la contaminación y los peligros en tráfico de mercancías.

El incremento de este tipo de infraestructuras, como son los proyectos extractivistas o mineros, las Zonas Industrializadas, la Alta Velocidad, o la Red de Transportes acomodan y asientan el camino de nuevos inversores buitres para la especulación y explotación que atentan contra los recursos naturales de la no-nueva Extremadura Saqueada y generan nuevos endeudamientos, poniéndonos en riesgo de una nueva crisis financiera: una burbuja de especulaciones infraestructurales y extractivistas, bajo la lógica de la elite financiera que en la política global privatiza los beneficios sociales y socializa las pérdidas. Lo que genera una deuda ilegítima, ecológica y social. Esta forma parte de la trampa de la deuda y la nueva crisis de endeudamiento en los países del Sur Global.

 

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