Explotación laboral y paro en un mundo de robots e inteligencia artificial

Explotación laboral y paro en un mundo de robots e inteligencia artificial.

Lo que nos venían pronosticando, y no se acababa de producir, la extensión de la robotización y de la inteligencia artificial en el ámbito laboral empieza ya a ser un hecho, después de una ola de robotización en la industria automovilística, a raíz de la pandemia se ha producido una nueva ola, más intensa que la anterior ligada sobretodo a la logística y al comercio electrónico..

El sector que más se había robotizado en su momento fue el del automóvil, la intensidad de robotización (número de robots por cada 10.000 trabajadores) era entre 4 y 5 veces más alta que en el conjunto industrial (1.196 contra 281). La robotización se extiende a otros sectores, así que el proceso de destrucción de puestos de trabajo que ha padecido el sector del automóvil, con miles de despidos en todo el mundo, se ha ido extendiendo a otros sectores, así como las condiciones de trabajo que generan también, la expulsión de los trabajadores menos quilificados hacia trabajos más marginales y precarios (más datos en https://ifr.org/ ) .

Mientras el software de inteligencia artificial aumenta el control sobre los trabajadores y empeora su medio social, aislándolo y atándolo más corto, esto és especialmente evidente con algunas aplicaciones del teletrabajo.

La robotización y la Inteligencia artificial se aplica de una manera muy especial en tareas “poco consideradas”. Tienen un riesgo de automatización superior al 50% la preparación de comida, la construcción, la limpieza, la conducción de vehículos, la agricultura, la confección y los servicios personales, mientras que los altos mandos y los políticos están por debajo del 30%. La otra cara de la moneda es la ira de las victimas de la creciente desigualdad a nivel global, la pandemia produjo 5.000 enfrentamientos en 158 países i según un estudio del FMI sobre conflictividad el malestar alcanzará su máximo en dos años.

El trabajo acentúa su carácter embrutecedor y alienante. La segunda ola de automatización (la de la COVID) ha demostrado que afecta sobretodo a los trabajos intermedios de qualificación media, mientras que potencia los de cualificación baja o muy baja y los de alta cualificación, desaparece así todo un sector intermedio que se ve empujado sobretodo hacia el extremo inferior. Es un fenómeno reciente y no se han establecido relaciones (al menos de momento) con la digitalización, pero puede haber una relación entre ella y el “Big Quit”, el abandono en los EUA de más 4 millones de puestos de trabajo o los casi 500.000 en Italia, llega un punto en que el hastío por la nueva/vieja normalidad hace que multitudes se planteen su vida como trabajadores. La otra cara de la moneda es la ira de las victimas de la creciente desigualdad a nivel global, la pandemia produjo 5.000 enfrentamientos en 158 países i según un estudio del FMI sobre conflictividad el malestar alcanzará su máximo en dos años.

La demagogia del capitalismo pretende que este desplazamiento hacia los márgenes y el paro es “una oportunidad” para hacer lo “que tu quieras” y para “formarte” (o mejor dicho deformar-te) en un espejismo de meritocracia de los self-made-mens, mientras que la izquierda del estado y el capital añade una renta básica que nos permitirá “cultivar-nos” (al respecto puede ser interesante mirar, a partir del minuto 20, las opiniones que una atajo de idiotas dan en el vídeo de  https://www.enriquedans.com/2021/04/el-futuro-del-trabajo-un-documental-interesante.html ) .

El proceso es muy complejo y la información no está disponible en su mayor parte, sobretodo la más reciente así que nos centraremos en algunos casos que pensamos que pueden ser suficientemente significativos y de los que (creemos) que disponemos de suficiente información como para hacernos una idea.

Estos casos son Foxconn (https://www.foxconn.com/en-us/ ) sobretodo para la robotización y Amazon en el de la inteligencia artificial, con algunas datos sobre la nueva logística y la banca.

FOXCONN el monstruo de la electrónica.

Foxconn, en realidad “Hon Hai Precision Industry Co Ltd” es una compañía de matriz taiwanesa que fabrica la mayor parte de aparatos electrónicos del mundo, de hecho ellos solos venden más que la suma de sus 10 principales competidores.

Su  principal cliente es Apple, pero trabaja también para Alphabet (Google), Amazon, BlackBerry, Cisco, Dell, Fujitsu, GE, HP, IBM, Intel, LG, Microsoft, Nintendo, Panasonic, Philips, Samsung, Sony, Toshiba, Lenovo, Huawei, ZTE y Xiaomi…

Les condiciones de trabajo a Foxconn eran, y son, horrorosas, jornadas de 12 horas, de dos a 4 días libres al mes…

En sus  factorías hubieron diversos suicidios de trabajadores que no pudieron resistir les condiciones laborales, esto generó protestas en occidente y Apple sensible a la imagen que de ellos tienen sus clientes, “presionó” Foxconn para hacer cambios. La “humanización” de Foxconn era un lavado de cara para Apple, de hecho eren ellos quienes fijaban (y continua fijando) les condiciones de trabajo con sus exigencias de precios y de plazos, donde los competidores de Foxconn están dispuestos a aceptar lo que haga falta con tal de arrebatar un pedazo del pastel.

Una de les “soluciones” propuestas fue la robotización, hacia el 2010 los ejecutivos de la empresa hablaban de “substituir” un millón de sus 1,2 millones de empleados, se especulaba con que esto seria realidad el 2015, pero las coses no van tan rápidas, entre otras cosas por problemas técnicos, como es la precisión de las labores de los “foxbots”, que ha de estar por encima de los 0,02 milímetros.

De hecho ya han implementado 100.000 robots y una de les factorías de “Foxcomm City” a Shenzhen es ya una “fábrica oscura” (no precisa iluminación ya que no hay humanos) pero sólo se dedica a fabricar carcasas… la microelectrónica necesita como mínimo la colaboración de humanos (“trabajadores híbridos” les llaman sus explotadores) “colaborando” con los robots.

Actualment Foxconn tiene 873.000 trabajadores, si nos creemos la cifra inicial de 1.200.000, se habrían perdió por el camino de la robotización (y quizás de la subcontratación deslocalizada) 327.000 persones.

Cual es ahora la situación de los despedidos y de los que conservan sus puestos de trabajo?, de ninguna manera es la “utopía” de un mundo de personas dedicadas a  sus aficiones o formándose, no estamos ante la abolición del trabajo. La miseria del trabajo en les cadenas de ensamblaje se mantiene, se amplia y se une a la miseria de la desocupación que, en China, puede hacer que te expulsen de la ciudad y te devuelvan a tu pueblo de origen.

Los “trabajadores híbridos” (“colaboración” humano/máquina) son mano de obra barata y flexible, puede cambiar de tarea y de turno y, finalmente se le puede despedir… esta “hibridación” pone al trabajador por debajo de la máquina: la máquina marca el ritmo.

Les revueltas que estallaron el 2012 y el 2014, en que se paró la producción en momentos claves de entrega de encargos, parece que se van atenuando, aunque el bloqueo informativo hace que no nos lleguen todas las noticias, en estos momentos después de la parada de la producción debido a la COVID, el gobierno y la empresa quieren reactivar la producción y se presiona para trabajar más rápido. https://www.youtube.com/watch?v=V3YFGixp9Jw&t=388s

AMAZON la fabrica de billetes del hombre más rico del mundo.

Amazon es otro modelo, realmente no demasiado diferente de FOXCONN, aquí los robots también marcan el ritme de los empaquetadores (https://www.youtube.com/watch?v=wgBi1XDzI30 ), pero en este caso nos interesa más el uso que se quiere hacer de la inteligencia artificial (IA).

Amazon está desarrollando un algoritmo para organizar el trabajo, cara a establecer la rotación de tareas, los turnos de trabajo… según dicen para evitar movimientos repetitivos y proteger la salud de los trabajadores (como si trabajar en Amazon no fuese tóxico per se). El otro gran gigante del comercio electrónico, Alibaba, durante la pandemia a mejorado sus modelos predictivos ajustando los datos a las ventas de la última semana en lugar de periodos más largos y a implantado masivamente el streaming comercial (live streaming eCommerce), dicho groseramente, una especie de Teletienda interactiva.

Amazon ha construido una red de recolección de datos a través de sus dispositivos, sobretodo Alexa, pero también Echo y sus servicios en la nube AWS, datos que posteriormente se monetarizan. Quiere confiar toda la atención al cliente a una IA que llegue más allá del clásico árbol de decisiones que acaba en un humano. Amazon investiga en reconocimiento de la voz, traducciones, búsquedas, en visión por computador… de hecho el presupuesto para I+D de Amazon es más grande que todos los fondos de investigación del Estado Español (públicos y privados).

Tota esta investigación afecta a sus trabajadores y a los trabajadores de otras empresas a través de la venta de soluciones IA para el control. Este es el caso de AWS Panorama Appliance y AWS Panorama SDK (AWS es el servicio de Amazon para la nube), la primera es el hardware y la segunda el softhware que permiten convertir una cámara de video vigilancia en una cámara inteligente que puede detectar grupos de personas, la distancia entre ellas, si llevan mascarilla o casco, infracciones de las normes de seguridad o…. porqué no, también reuniones rápidas y encuentros entre los trabajadores, conspiraciones contra la empresa… Amazon persigue los grupos de trabajadores que tratan de organizarse y los vigila a través de los algoritmos y, a donde no llegan los algoritmos, mediante empresas de seguridad (Pinketon https://www.businessinsider.es/amazon-usando-espias-pinkerton-evitar-sindicalizacion-761549 ).

Casi todas las áreas de investigación y desarrollo I+D de Amazon no solo tienen aplicación comercial para ventas y organización propia y de sus clientes, también tienen una función de control que combinada con la robótica hace más inhóspito el ambiente carcelario de les modernas y asépticas  fábricas.

La IA seleccionadora de personal.

Desde la pandemia del coronavirus cada vez más empresas dejan a la IA el trabajo (al menos la primera fase) de seleccionar candidatos, usan reconocimiento facial, video inteligente, juegos y otros métodos de evaluación para seleccionar aquellos que pasan a la entrevista en persona… o on line

Ya hace tiempo que se habla del sesgo (de género, de raza…) que tienen algunas IA a la hora de trabajar en la selección de personal. Las empresas han visto una oportunidad de blanquear su negocio y se esfuerzan, al menos en publicidad sobre sus virtudes, para eliminar los sesgos y ahora mismo dicen que les IA son más imparciales que los humanos.

Quizás si, o quizás no…

En el supuesto, improbable, de que esto sea significativamente cierto, hay otras aplicaciones potencialmente peligrosas para los trabajadores por ejemplo el desarrollo de modelos de aprendizaje automático para predecir la probabilidad de que un trabajador “alce el vuelo” o sea que cambie de trabajo. También se analiza la personalidad para predecir aquellos que es más probable que pidan aumento de sueldo, o los que tienen más probabilidades de ser organizadores asociativos.

La trampa del teletrabajo y les IA.

El teletrabajo ha generado mucho ruido, generalmente favorable, nos dicen que el teletrabajo es el futuro post-COVID, nadie parece tener en cuenta su carácter clasista, el 61% de los teletrabajadores tienen estudios universitarios, y el 28% bachillerato, ni la sobreexplotación que supone, con un aumento de la disponibilidad, de les horas extras…

Pero hay otra cuestión, el control del trabajador. Muchas empresas obliguen a los trabajadores a instalar software de seguimiento o a trabajar a través de escritorios virtuales. Estas aplicaciones de la IA registran el uso del teclado, graban la pantalla, el movimiento del ratón e incluso toman imágenes con la cámara para comprobar que el trabajador está delante del ordenador o tomas de vídeo de la pantalla, también pueden analizar les interacciones entre trabajadores para descubrir los “más colaboradores”.

Finalmente una vez se tienen suficientes datos del trabajador se puede cuantificar la productividad independientemente de les tareas, para detectar “improductivos” o “poco productivos”, así como trabajadores díscolos o refractarios, los colaborativos laborales (que no sociales).

Cuando una IA planifica el trabajo y lo evalúa, el clima del trabajo algorítmico.

Un de los usos más generalizados de los algoritmos es la planificación de rutas en el transporte, el reparto y la evaluación de estos. UPS, Delivero, Glovo… etc son básicamente capital algorítmico, no tienen casi vehículos, pocos locales y pocos trabajadores directos.

Los algoritmos de les plataformas eligen al repartidor que minimiza los costos y aumenta los beneficios, hacen el reparto de les horas en que pueden trabajar (las mejores las noches de fin de semana), premia a aquellos que obtienen más puntuación y hacen más servicios y por contra penaliza a los que rechazan algún servicio.

Hay un caso extremo, el de la repartidora de alimentos ELEME (del grupo de Alibaba), esta empresa quiere extremar la velocidad en el reparto y para ello ha constituido una red de bluetooth en Shanghái, formada por 12.000 balizas (https://negreverd.blogspot.com/2018/10/smart-city-geolocalitzacio-i-realitat.html#more )más los teléfonos de los repartidores i los clientes (restaurantes, supermercados…) es una red activa hasta en interiores y en altura, y con ella se puede seguir al repartidor en detalle. De este modo 3 millones de vendedores y 1 millon de repartidores constituirán la mayor red de seguimiento para el reparto de 3.900millones de pedidos… sólo faltaría que los teléfonos de los clientes actuaran también como balizas.

Tener un algoritmo como a jefe puede ser una cosa terrible, como el cas de los repartidores australianos que fueron ser sancionados por el sistema porqué no seguían la ruta más corta, era en verano, los repartidores seguían la ruta con más sombra… en el verano austral la temperatura puede superar (por bastante) los 40 grados.

Se ha detectado que los pilotos cada vez tienden más a hacer lo que dice el algoritmo de los sistema de vuelo, ceden su autonomía a la máquina en una especie de embrutecimiento digital.

El sector del transporte de mercancías tipo reparto es un sector duro y es usado como la pista de pruebas para la implantación de sistemas parecidos en otros sectores.

La “ley rider” y el convenio de la banca, la IA y los sindicatos.

El el 30/3/21 se publico el nuevo convenio colectivo de la banca (https://www.boe.es/eli/es/res/2021/03/17/(1) )  i el 12/5/21 se publico la “ley rider” (https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?%20id=BOE-A-2021-7840 ), la que laboraliza a los falsos autónomos de las plataformas de reparto. Los dos acuerdos (el primer entre CCOO, UGT, el sindicato independiente FINE y la patronal AEB, el segundo entre Gobierno, CCOO, UGT, CEOE y CEPYME) tienen una cosa en común, introducen cláusulas sobre la Inteligencia artificial

La banca, es un sector que está reestructurando la fuerza laboral (con miles de despidos) y donde la IA para la gestión de los “RRHH” ya viene de lejos, la cláusula referente a la IA es muy pobre y de hecho parece puesta para dar canchaa los RLT (representantes legales de los trabajadores), el texto es:

“Derecho ante la inteligencia artificial.

Las nuevas herramientas basadas en algoritmos pueden aportar valor hacia una gestión más eficiente de las Empresas, ofreciendo mejoras en sus sistemas de gestión.

Sin embargo, el desarrollo creciente de la aportación de la tecnología requiere de una implantación cuidadosa cuando se aplica en el ámbito de las personas. Por ello, las personas trabajadoras tienen derecho a no ser objeto de decisiones basadas única y exclusivamente en variables automatizadas, salvo en aquellos supuestos previstos por la Ley, así como derecho a la no discriminación en relación con las decisiones y procesos, cuando ambos estén basados únicamente en algoritmos, pudiendo solicitar, en estos supuestos, el concurso e intervención de las personas designadas a tal efecto por la Empresa, en caso de discrepancia.

Las Empresas informarán a la RLT sobre el uso de la analítica de datos o los sistemas de inteligencia artificial cuando los procesos de toma de decisiones en materia de recursos humanos y relaciones laborales se basen, exclusivamente en modelos digitales sin intervención humana. Dicha información, como mínimo, abarcará los datos que nutren los algoritmos, la lógica de funcionamiento y la evaluación de los resultados.”

En el caso de los riders la cosa es todavía más escuálida:

El texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, queda modificado como sigue:

Uno. Se introduce una nueva letra d) en el artículo 64.4, con la siguiente redacción:

«d) Ser informado por la empresa de los parámetros, reglas e instrucciones en los que se basan los algoritmos o sistemas de inteligencia artificial que afectan a la toma de decisiones que pueden incidir en las condiciones de trabajo, el acceso y mantenimiento del empleo, incluida la elaboración de perfiles.»

Siendo el derecho a la intimidad un derecho individual, no se acaba de entender como se mediatiza a través de los “RLT”.

En el parlamento europea se está preparando una reglamentación sobre la IA, de hecho ya publicaron el 2020 un libro blanco (https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020DC0065&from=ES) también hay un informe publicado en enero de este año (https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/A-9-2021-0001_ES.pdf ), de modos parece que lo que más les interesa es la responsabilidad civil y  la propiedad intelectual más que otros temas.

Resumimos y acabamos.

Los efectos de la digitalización del trabajo son diversos y, en su mayoría funestos.

El primer efecto es un control extremo más allá del primitivo control del ojo del encargado o el reloj de fichar, se trata ya de un control “en tiempo real”, no ya de hora en hora o de minuto en minuto, ahora estamos ante un control milisegundo a milisegundo… esto hace que el patrón (aunque hoy en día parezca que es un término obsoleto, todos tenemos un patrón, aunque este sea el algoritmo de una corporación) sepa que hacemos en todo momento durante la jornada laboral, y, a menudo, también fuera de ella.

El resultado del control, y segundo efecto, es una “optimización del tiempo” por parte de la empresa, los ritmos de trabajo se aceleran y los plazos se recortan, por ejemplo el número de entregas de mercancías de un trabajador de UPS, la longitud del itinerario de un trabajador de limpieza viaria, el número de expedientes en una semana de un oficinista…

El tercer efecto es un aumento de la precarización del trabajo, por una parte el efecto del control genera despidos, y por la otra el control extremo permite monitorizar y tutelar el trabajo de manera que en cada momento el trabajador haga “lo que ha de hacer”… el que desea la empresa.

El cuarto efecto, efecto global, es que la dominación extrema a la que nos conduce la digitalización de nuestras vidas ataca nuestra identidad individual y tiene efectos sobre nuestra libertad, la calidad de la vida y la salud, hundiéndonos en la miseria, la humillación y la dominación. Nos lleva a una negación de nosotros mismos y una afirmación de nuestros dominadores.

En este marco de precarización, de deslocalización, de aislamiento, de mediación de les burocracias sindicales, se abre una posibilidad de poner en marcha nuevas luchas desde una perspectiva de acción directa y de autonomía superando viejas costumbres y tradiciones a partir de solidaridades horizontales más allá del marco de las empresas y de les legalidades de los estados y del capital.

CONTRA LA MÁQUINA DE LA DESDICHA!!

CONTRA TODO LO QUE NOS HACE ESCLAVOS!!


Fuente: negreiverd

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