«Emergencia Feminista» Manifiesto y convocatoria estatal – Plataforma 8M de Badajoz

Manifiesto 20S

Compañeras, esta noche estamos aquí por un solo motivo: supervivencia. Este verano pasará al recuerdo como un verano negro para este país.

Te despiertas, ves las noticias: en lo que va de 2019 se han registrado 42 agresiones sexuales múltiples, de las cuales sólo en julio han sido nueve. En estas agresiones cuatro de los grupos de agresores estaban formados por, al menos, un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: los dos casos perpetrados por La Manada en Pozoblanco y Pamplona, el caso denunciado en una base militar en Antequera y, por último, el caso de dos policías en Estepona, denunciado este mes de junio de 2018. Bajo el contexto de que tres violaciones son denunciadas en nuestro país diariamente, y aun así, un 80 por ciento no son denunciadas.

En lo que va de año se han contabilizado 70 feminicidios: 32 de ellos, prácticamente la mitad, solo este verano. El mes de julio ha sido el peor en 13 años. Sin olvidar, por otro lado, el incremento de las agresiones al colectivo LGBT que se han producido este verano, sobre todo, en las puertas de locales de ocio y discotecas.

¿Por qué de noche? ¿Por qué iluminamos esta maldita oscuridad? Más de la mitad de las agresiones y violaciones ocurren por la noche, de madrugada, volviendo a casa. Las perpetran en su mayoría desconocidos, o personas que acabamos de conocer ese mismo día, esa misma noche. Estas calles, compañeras, aún no son nuestras.

Este verano no ha sido un verano más, y no podemos fingir que lo ha sido. Con estos datos solo nos queda rabia, impotencia, y, la verdad, miedo… Nos dijeron que ya está todo conseguido, y aún intentan convencernos de que no tenemos ningún motivo para estar aquí. Pero en este mundo ser mujer es más peligroso que ser hombre, convivimos con la duda de quién será la siguiente. Basta recordar las últimas agresiones sexuales en Extremadura, en La Codosera y hace unos días en Puebla de Sancho Pérez, donde tenemos que sentirnos aliviadas porque el violador no consiguió su objetivo.

Estamos desamparadas, no podemos confiar en una justicia que sigue siendo patriarcal, en unas instituciones que miran hacia otro lado, en una sociedad espectadora y cómplice. La violencia no es aislada, es sistémica.

Este verano hemos sido testigo de campañas que cuestan millones de euros y siguen poniendo el foco en las mujeres en lugar de en los agresores, perpetuando la clásica violencia institucional: pedir continuamente a las mujeres que denuncien, cuando no se tiene una estructura de protección segura, es una irresponsabilidad. Es una vergüenza.

Esta barbarie tiene que terminar, esta noche, y todas las noches, tenemos que unirnos y gritar. Se acabaron los minutos de silencio. Aquí estamos y estaremos, denunciaremos cada caso de acoso, pederastia, explotación sexual y trata, violaciones y agresiones. Combatiremos este sistema patriarcal, siempre aliado con el capital, que ve nuestro cuerpo como objeto que pueden comprar y vender, que pueden usar y luego tirar. Y es que no queremos que nuestros cuerpos, ni ningún otro, forme parte del turismo sexual y reproductivo de este país, pues la vida no es mercancía ni moneda de cambio.

Exigimos a las instituciones medidas que cambien las estructuras, cambios integrales a este sistema. Erradicar la violencia es una cuestión de estado, es una prioridad, es una Emergencia Feminista.

Os llamamos a vosotras: compañeras, amigas, hermanas, mujeres; a que luchemos juntas contra la desigualdad y la violencia.

Y a vosotros, hombres, no consintáis, no seáis cómplices, no calléis y gritad con nosotras.

¡Paz, igualdad, libertad para todas! Porque son nuestros derechos. Y los lucharemos cada día. Hoy, 20 de septiembre: LA NOCHE SERÁ VIOLETA.


Convocatorias para Extremadura


 


 

 

 

 

 

 

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