Otra muerte más en prisión. Un joven preso de 28 años muerto en la prisión de Zaballa (Álava)

La necrológica del sistema carcelario continúa aumentando su trágico grosor…

El pasado 17 de enero, de madrugada, el cadáver de J.A., un joven de 28 años, fue hallado por otros presos en la cárcel de Zaballa, en Álava, Euskal Herria. Según la información oficial, esta sería la primera muerte que se produce en esta cárcel desde 2011, aunque colectivos como Salhaketa, que siguen de cerca y actúan de observatorio de los derechos de las personas presas y su violación sistemática en las prisiones españolas, insisten en que saben que hay más porque muchas son silenciadas y no trascienden. La familia, que recibió la terrible noticia de un modo frío y aséptico, ya había perdido en el pasado a otro familiar muerto en el talego.

A continuación, sigue la información que hemos encontrado en el blog del colectivo Hala Bedi.

Hasta construir mecanismos para resolver los conflictos y responder a los abusos que no reproduzcan lógicas punitivas hipócritas ni mantengan las estructuras de poder y opresión de las que emergen los delitos y la violencia, guerra a las prisiones y al modelo socioeconómico de explotación, dominación y miseria que las necesita.

Las cárceles son centros de exterminio de la pobreza.

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La cárcel se ha cobrado otra víctima, esta vez, un joven de 28 años que estaba encarcelado en el Centro Penitenciario de Zaballa, en Araba.

El 17 de enero, jueves, los compañeros de J.A. se encontraron a este joven muerto sobre las 03:00 horas de la mañana. Se trata de un varón, vecino de Bizkaia. Salhaketa, para hacer pública la noticia, ha esperado a recopilar más información: “Nadie las visibiliza, no son muertes naturales”.

Se trataría de la primera muerte en esta cárcel desde el año 2011, según los datos que controla Salhaketa. “Son muertes silenciadas, sabemos que hay más”, denuncian. Para la familia de J.A., no es el primer caso de estas caracterícticas: años atrás, otro miembro de la familia falleció también en la cárcel.

El viernes a la mañana le realizaron una autopsia y ésta demostró que el joven había fallecido por una sobredosis de heroína. También han dado a conocer un dato: el 80% de las personas que están en prisión tienen drogodependencia. El compañero de celda del joven fallecido, también tuvo sobredosis aunque no falleció: “No dudéis que, encima, este preso sufrirá represalias cuando la imprudencia ha sido de las Instituciones Penitenciarias”.

Según esta asociación, la cárcel no ha dado ningún tipo de información y les ha parecido sospechoso que cierta prensa no haya dado cuenta de ello. Cabe recordar que hasta hace unos pocos años los centro penitenciarios estaban obligados a comunicar dichas muertes por teletipos. “Ahora, ni eso”.

Familiares que se enteran de manera “aséptica y fría”

Una familiar de un preso fallecido en prisión y que también ejerce de abogada, ha explicado como conocen los familiares que un familiar suyo a muerto. “Te lo cuentan de una manera aséptica y fría. Si tienes muchísima suerte te puede llamar el director, pero no es lo habitual”. En el caso de la última muerte de Zaballa, la familia se quedó todo el fin de semana sin apenas tener información.

El derecho a la integridad es otro factor que han querido remarcar. “Cuando se muere un familiar y pides ver el cuerpo, a los diferentes responsables les suena a chino. Las pegas son constantes”.

Posibles medidas jurídicas-administrativas y movilizaciones

Salhaketa ha querido comunicar que se valorará la opción de tomar medidas jurídicas y administrativas, sin olvidar el asesoramiento a la familia del joven fallecido. “Las familias están mal informadas y en una situación de indefensión. La dirección de la cárcel quiere quitarse al muerto de encima, nunca mejor dicho”.

La asociación ha pedido al Ministerio Fiscal medidas para investigar el caso: “Se levanta el cadáver y no quieren dar a conocer que ha pasado. Si las propias personas que se encuentran presas son ya ciudadanas de segunda, las familiares pasamos a ser más de lo mismo”.

Así mismo, Salhaketa anuncia que preguntará al Estado español a ver cuantas muertes ha habido en realidad.

El 30 de enero, miércoles, se llevará a cabo una concentración a las 12:00 horas frente a la Subdelegación del Gobierno, en la calle Olagibel.

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