Adoctrinar en la Educación Primaria. El Ejército y su “peculiar” sensibilidad pedagógica

Bajo el nada sugerente título de Proyecto Conocimiento de la Seguridad y Defensa en los centros educativos. Materiales curriculares. Educación Primaria, los Ministerios de Defensa y de Educación, Cultura y Deportes encargaron en 2017 un libro de 245 páginas (cuyo coste nos gustaría saber cuál ha sido), lo han editado recientemente en pdf, y lo han colgado en su web. La autoría se atribuye a Marina Sánchez Campayo, M.ª Concepción Ruiz Hernando, Juan Fogué Vela y “personal de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa del Ministerio de Defensa”. Curiosa manera de reconocer unos créditos. El objetivo que pretenden es difundir “la cultura de defensa y los valores asociados a ella, como instrumento al servicio de la paz y la libertad”.

El mayor atractivo de este volumen es su inutilidad si lo valoramos desde su propósito: que lo utilicen maestras y maestros para insuflar en el alumnado ese sentimiento patriótico que al parecer hay que reforzar. Con una redacción que a veces ruboriza, un método caduco que avergüenza siempre, y generosas erratas distribuidas por todo el texto (las más burdas del corta y pega), se van sucediendo artículos de la Constitución, Directivas de Defensa Nacional, Reales Ordenanzas, reales-decretos, y otras leyes, así como informaciones varias sobre los tres Ejércitos que afortunadamente quedan lejos del lenguaje, intereses y vivencias del universo adoctrinable al que se dirige. Las Actividades que se suceden al final de cada Unidad Didáctica hacía tiempo que no las veíamos publicadas. Incluyen materiales tan novedosos como “sopas de letras”, siluetas para colorear, puzles absurdos… en fin, un dechado de creatividad que asegura la feliz ineficacia de este material consagrado a la mayor gloria de la Patria, la maldita “patria” que está en boca de unos y otros partidos políticos como anzuelo donde poder pescar más votos.

Como ejemplo de la sensibilidad de las autoras y autores de esto, es la inclusión del pasodoble La banderita española, correctamente definido como “himno del ejército español en las guerras de Marruecos”,

“Banderita, tú eres roja
banderita, tú eres gualda,
llevas sangre de oro
en el fondo de tu alma”.

Sangre llevó mucha en el medio siglo en que se desarrolló esta guerra colonialista, anacrónica y arbitraria. La de miles de jóvenes españoles que fueron a morir a Marruecos, y la de la mayor mortandad que provocaron mientras morían. Este pasodoble fue creado en 1919 en plena ofensiva militarista y patriotera. Había que enardecer a las masas populares, que ofrecían a sus jóvenes para poner los muertos en defensa de los intereses de la oligarquía. En la información del vínculo de youtube que se adjunta para escuchar este bodrio se afirma de este himno que “hasta el propio rey Alfonso XIII confesará que lo cantaba mientras se afeita”. Es el mismo rey que, después de la catástrofe de Annual (1921), al serle ofrecido rescate por los soldados hechos presos por Abd El-Krim habría respondido: “Pues sí que está cara la carne de gallina”. Se calcula que fallecieron unos once mil españoles en dicha operación y unos tres mil rifeños. Es también el mismo rey que a raíz de estos sucesos ordenó construir la fábrica de armas químicas de La Marañosa (San Martín de la Vega, Madrid) para gasear a la población civil rifeña. A día de hoy, La Marañosa, convenientemente modernizada, continúa plenamente operativa. No había mejor canción para expresar el casposo tono y la trasnochada ideología que transmite el libro entero. El ministro de turno, responsable último de la carnicería, era a la sazón el vizconde de Eza, un Marichalar, abuelo de otro que nos suena más.

En fin, si consideramos que en un libro que trata del Ejército, pues esto es lo que “Defensa” significa para el Gobierno, solo aparece 17 veces la palabra “guerra” (recordemos que antes el propio Ministerio era llamado sin eufemismos, “de la Guerra”) frente a 78 la palabra “paz”, no aparecen las palabras “bajas”, ni “Franco”, ni palabras tan castrenses y tradicionales en nuestra historia como “golpe de Estado, asonada, pronunciamiento, rebelión, motín”, y “servicio militar” comparece tan solo una vez, confirmamos la impresión que este libelo nos provoca. Eso sí, “España” supera el centenar de ocurrencias. Las autoevaluaciones son para verlas. Diera la impresión de que no le han preguntado a un/a maestr@ qué piensa de ellas.

Cuando se escriben estas palabras se acaba de nombrar titular del Ministerio de Defensa a Margarita Robles, después de la moción de censura que ha dado al traste con el Gobierno de Rajoy. No hay razón para mucha esperanza, pues en cuestiones de Defensa siempre ha habido unanimidad entre los dos partidos de turno, PP y PSOE. En el fondo, que este material “didáctico” al que nos referimos se estime necesario no es mala noticia. Significa que, a pesar de los cientos de millones de euros gastados en propaganda militarista, a pesar de la crisis económica, a pesar de las proclamas patrioteras repetidas una y mil veces, de la reciente exhibición de banderas españolas por doquier… el mensaje no llega a calar en la sociedad, y hay que reforzarlo. No valen los derroches en desfiles militares para llenar los cuarteles. No valen los silenciadores para acallar las violaciones impunes que ocurren en los cuarteles. No se nos oculta el número de suicidios que se producen entre las fuerzas armadas. No funcionan los intentos de partidos de izquierda para intentar vendernos “Patria” como lo que no es. Cada vez conocemos más y mejor las cifras devastadoras dedicadas al militarismo (de las que el presupuesto destinado al Ministerio de Defensa es una mínima expresión). Mientras las medidas sean de la calidad de este libro, podremos seguir con cierta tranquilidad.

Terminamos recordando las palabras de Ramón J. Sender en Imán (1930), que sin tapujos explica qué es aquello que este libro pretende maquillar: “Es la guerra. Esto es la guerra. La banderita en el mástil de la escuela, la marcha real, la historia, la defensa nacional, el discurso del diputado y la zarzuela del éxito. Todo aquello, rodeado de condecoraciones, trae esto. Si aquello es la patria, esto es la guerra: un hombre huyendo entre cadáveres mutilados, profanados, los pies destrozados por las piedras y la cabeza por las balas”. Casi un siglo después, seguimos en las mismas.

Alternativa Antimilitarista.MOC

 

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